domingo, 29 de noviembre de 2009

Para esta entrada de nuestro blog, hemos escogido El sillón Paimio diseñado en 1929 por Alvar Aalto. Entre sus numerosas obras, seleccionamos este sillón porque consideramos que representa a la perfección los principios que Alvar Aalto representa. Está realizado en madera, su material por excelencia, para dar mayor calidez a la estancia ya que sus obras se contextualizan en la fría Finlandia. Es preciso entender siempre un objeto o una obra en su contexto, por ejemplo, las condiciones climáticas o culturales de la zona. La silla está inspirada en la silla Wassily de Breus, pero remplaza el frío acero por la calidez de la madera. En el sillón emplea unas líneas flexibles y rítmicas que nos muestran las nuevas formas de manipular y curvar la madera. La elasticidad de la forma y el uso de un único material le dan a la pieza una sensación de continuidad. Además sus líneas curvas nos transmiten armonía geométrica ofreciendo claridad de montaje. Este nuevo uso de la forma surge a través del estudio de la construcción de esquís. Pero en este caso, Alvar mantenía siempre en todas sus objetos una estética elegante empleando elementos naturales.

Con sus diseños Aalto crea entornos dinámicos y funcionales integrados en el medio natural donde se ubica. Porque si algo caracteriza a Aalto es que tocaba todas las escalas en sus trabajos. Diseña con sumo cuidado desde la estructura del edificio hasta el detalle más mínimo como puede ser una manilla de una puerta, manteniendo siempre una estética elegante. Por eso es necesario contextualizar la obra para comprender mejor sus características. El sillón Paimio fue diseñador para las áreas de estar del sanatorio de Tuberculosos de la ciudad de Paimio, de ahí el nombre del sillón. Alvar realizaba un estudio exhaustivo de las necesidades de los futuros usuarios de sus diseños. Y en este caso, dotó al sillón de un ángulo que permitía a los enfermos respirar más cómodamente. El edificio estaba situado en un bosque y la estructura del edificio trataba de integrarse como una forma más de la naturaleza, en esa línea escogió materiales y colores naturales para las escalas menores del edificio como el sillón Paimo.

Consideramos que el sillón Paimio nació a partir de las necesidades impuestas por el sanatorio de tuberculosos pero eso no le impide ser un objeto óptimo para otra obra arquitectónica de Alto. Porque se trata de un objeto duradero, fácil de limpiar, ligero, barato y apto para todas las clases sociales. Cuando Alvar diseñaba algo partía del principio: -“Todo deber ser practico y funcional, pero no debe excluir el confort y la belleza. Todo lo que es funcional puede ser bello.” El uso de unas características comunes en todas sus obras (arquitectura orgánica, funcional..) otorga a su mobiliario de una homogeneidad que las permite adaptarse a cualquier contexto en la obra de Aalto.

En nuestra opinión, la concordancia entre el espacio arquitectónico y el mobiliario que posteriormente se sitúa en el es importante para conseguir un habitáculo en armonía y con una estética concordante. A pesar de esto, el mobiliario interior pensamos que debe representar la personalidad del inquilino que lo va habitar. Como dijo Ou Baholyodhin: “un lugar se convierte en tu hogar cuando eres sincero”. Aunque poseemos un entorno arquitectónico con el mobiliario totalmente en concordancia, si no es del gusto del consumidor nunca se sentirá a gusto en el. Por eso, defendemos que mantener la armonía entre el mobiliario y la arquitectura no es del todo necesario pero si aconsejable a nivel estético.




Esta imagen se corresponde a un salón barroco casi rococó. Hemos situado en ese salón la silla Paimio y la teacart de Alvar Aalto junto con un mueble divisor y una lámpara, amos de diseño escandinavo. El desajuste es claro ya que son diseños insertados en un espacio que no se corresponden temporalmente con la arquitectura escogida. Con este collage queremos demostrar que no todos los diseños son adaptables a cualquier entorno arquitectónico, aquí es donde entra el papel de arquitectos y diseñadores como Aalto. Aunque los elementos de mobiliario se pueden ajustar a distintos habitáculos, hay que buscar una leve correspondencia entre el entorno arquitectónico y el diseño escogido para ese entrono.

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